En este proyecto, se llevó a cabo una exhaustiva prueba de termografía en los inversores, cables y equipos de los centros de transformación, así como en la subestación principal. Además, se utilizó un dron para realizar una inspección aérea completa de todos los módulos del parque fotovoltaico, buscando posibles anomalías térmicas que pudieran afectar la generación del sistema. Estas verificaciones son esenciales para detectar y corregir cualquier fallo a tiempo, permitiendo una respuesta inmediata y asegurando un funcionamiento óptimo y eficiente del sistema eléctrico.